martes, 30 de abril de 2019

Por ti mismo · Vendas Carmesí · Ganarse el Descanso.

"Wait time for no one"

Que nadie entienda lo que buscas.
Ni hacia donde te diriges.

Que el resto mire con extrañeza y apenas le importen tus anhelos y pasos.
Vístete de lo sobre-común disimulando tu sobre-humanidad. 
Y que lo humano común no tenga la menor idea de lo que en tu vida pretendes. 
Ni a quien amas silenciosamente.

No des ni una pisca de oportunidad a que se entrometan en tu vida y,
como saben hacer bien, como nada mas en sus vidas, 
fisgoneen y destruyan solo sus propias sombras.
Porque cualquiera apunta y cuestiona lo que no comprende.
Pero sin fundamento así mismos se pierden, se enredan y se hunden.



Tú presume de ti mismo con una leve sonrisa cuando alguien divulgue sus victorias entre muchedumbres, sin hacer mención de que tus logros fueron más tempranos y tu satisfacción fue pura.
Sin vanidad ni vanagloria.

Persuade a ese reflejo del espejo lo completo que eres en un mundo que se mofa por lo vacío.
Roza sin destreza y con plena calma las cicatrices en tus brazos. De tus manos.
Cuando la felicidad ajena apesadumbre a tu alma intenta proseguir aunque sientas que todo te falta, porque puede que también sientas que lo feliz huye de ti por no ser digno y te sentirás menoscabado.
Asique piénsalo bien y tras sentir el relieve de tus heridas cerradas, el tacto te hará sentir que tu felicidad no es vana.

Percátate de cuanto ha costado tu paz.
Cuantos golpes y cuanta sangre.
Cuantas vendas carmesí desnudaron tu debilidad, y se cerraron con fortaleza.
No haz llegado por mero sentimentalismo. Ni porque los días pasaron sencillamente porque los dejaste avanzar. Fue a ti mismo, que cansado de todo, decidiste ser darte la oportunidad de ser mas fuerte, tal vez un poco mas frío... Pero te convenciste de que el día terminaría con o sin ti.
Y optaste por avanzar de cualquier forma.

Eso te hizo mas fuerte, porque aunque pensabas que era debilidad, superaste el trauma de vivir cada hora diaria en la que te perdías a ti mismo cada minuto cuestionándolo todo. 
Y dejando que el día no te derrotara y se fuese por si solo… te despojaste del mal y venciste antes de llegada de la noche...




Y dormiste bien.