lunes, 22 de agosto de 2016

Sillas, Mesas y Semestres • Armonía Escolar • ¡¡Salir Corriendo!!

("Wait time for no one")

Había una rutina a diario que nos mantenía anclados a una tortura matutina, creo que todos la experimentamos, a diferente medida, pero siempre el mismo horario... 
Muy temprano por la mañana, ese frío que nos hacía querer quedarnos en cama imaginando estar acostados bajo acogedoras y tibias frazadas, riéndonos de los demás que estarían en clases, muertos de frío y repasando materias aburridas. Pero no se nos permitía tales lujos, salíamos igual de casa y compartiendo el mismo frío congelante de estas fechas. Pero una vez fuera y con el frío en el dorso, nos encaminábamos al Liceo Centenario.
Viene a mi mente esos años transitorios en ese pupitre y ese salón.

Época Escolar.-

Despertaba, desayunaba ligero pues la situación era compleja, pero mis padres siempre se esforzaban para que el pan no faltase, y esa era razón suficiente para levantarme y aunque me vestía con poco ánimo poniéndome el Uniforme, antes de que me sentara a esperar a mi compañero JP, éste llamaba mi nombre desde el portón. Tomaba entonces la mochila y ambos salíamos a buscar a los demas. En tanto nos encontrábamos con otros compañeros y amigos, las pláticas eran cada vez más disparatadas, a veces solo cantaban, otras veces conversaban... Y otras veces solo caminábamos, solo apreciando la compañía que, en ese entonces, no apreciábamos lo suficiente, ya que la dábamos por hecho. Nuestras vidas la giraba la tierra y el reloj dictaba nuestros horarios y aunque yo no solía expresarme ni hablaba demasiado, sonreía y los seguía escuchando. Por que verlos sonreír, era lo que movía mi mundo en ese entonces.
Llegábamos al liceo y justo solían tocar la campana para estudiar... o en nuestro caso. tratar de estudiar.

Era una época divertida, a mi parecer un poco tediosa por la excesiva materia insustancial que nos repasaban, pero siempre había algo por lo que aprender, o reírse.

Cuando llegué a Temuco, en el salón eran un montón de compañeros y compañeras, tanto que solo quedaba un puesto y no precisamente el último al final del salón como prefería, aun así, al fondo igual estaba igual de lleno.
Poco pasó hasta que comenzaron a llenarme de preguntas que se disiparon rápidamente.
Las clases eran buenas, no tan aburridas y aprendimos rápido. Aunque no todos.
Los primeros años me los pase estudiando y evitando formar parte de algún grupo, pero los trabajos grupales eran frecuentes y no me gustaba, los hacía solo y mi promedio variaba.
Michelle, Felipe, Elias y Elen eran los alumnos destacados. Yo siempre fui de promedio regular, cuando Papá preguntaba por pruebas que haría mas adelante ponía empeño y sacaba dentro de las mejores notas, pero al final Papá no prestaba tanta atención y era la razón por la que no me importaban las notas.

El primer grupo al que "me integraron" fueron al de Miguel y Raul pero honestamente no los buscaba yo a ellos, mas bien el hecho de que los evitara tanto provocaba en ellos el fastidio de no dejarme solo.
Solo éramos chicos de 12 o 14 años buscando nuestro lugar en el curso. Y el mío lo invadía  con mucha frecuencia interrumpiendo mi paz.
Luego, otro año, fui invitado a sentarme junto a nuevas personas... Miguelina, Elvis y Tania. Eramos un grupo poco destacado pero llevábamos notas sobresalientes, éramos solo cuatro pero éramos suficiente, el resto tenia sus propios grupos... El típico grupito desorden; Jairo y sus maleantes... Carlos, Arturo, Jonathan, Ezequiel, Karin y otros que no recuerdo. Solían fastidiar las clases, mas de la mitad se la pasaba en inspectoría y la otra mitad era la que divertía a la clase con sus interrupciones.
Recuerdo que tanto Jairo como Jonathan tenían una hoja de cuaderno añadida a la hora de anotaciones negativas al Libro de la Clase. Para mí era algo fuera de lugar. Pero común para ellos.

Con el tiempo, creo que cuando ya había asumido la idea por completo de que ese Liceo sería el definitivo, comencé a memorizar nombres y personalidades. Tanto así que podía de vez en cuando hablar u opinar deliberadamente sin pasar a llevar a alguien, aunque claro, mis pensamientos eran sobreabundantes y mi actitud silenciosa.
Recuerdo que tuve un tope con Gonzalo, un chico bastante rudo y fuerte, pero nunca fue muy listo, le dije que el Director solo lo veía como un numero, como un pago mas y que si el o yo faltábamos el no lo notaria a fin de mes. Gonzalo entendía poco y solo quería golpearme, pero Michelle le dijo que así era, que lo que yo decía era cierto. Ante lo cual se molesto y golpeó una silla y la discusión giro en torno a otros compañeros.
Luego Gonzalo con el tiempo se transformo en un aliado, solía ser molestado por sujetos que ni si quiera yo conocía y Gonzalo los echaba. Creo que entendió con el tiempo a lo que me refería cuando le dije que no valía la pena ganar un campeonato de fútbol por el colegio si al final su salud empeoraba, que era mejor faltar unas clases y mejorar, aunque perdiese el partido. Claro, un partido para mí nunca tuvo ninguna relevancia... Esa frialdad creo que lo molesto en aquella ocasión, pero de todas formas eso quedó atrás,

Reía cuando mis compañeros molestaban a mis compañeras y ellas les perseguían y ellos corrían literalmente salvando sus vidas. También recuerdo esos momentos que mas me gustaban aunque suene a locura, pero me gustaba ese silencio en clase, cuando solo y apenas se oían los lápices rozando las hojas, todos sentados, puestos sus ojos en sus cuadernos y en silencio. Apenas percibía ese silencio y giraba mi rostro para verlos.

Era como... Armonía en un cuarto que la mayor parte del tiempo era bullicio y caos. Lo mas parecido a esa armonía era al final del día, cuando todos se iban y yo era el último en irse. Por lo general las profesoras se quedaban archivando exámenes y todo eso, pero por lo general finjia que estaba terminando una tarea y me decían que cuando terminara cerrara la puerta, pero ahí me quedaba hasta que conseguía nivelar la tranquilidad del salón vacío con mis pensamientos. Era mi parte favorita del día... era algo Armonioso.

También recuerdo ese momento tan "grupal" por llamarlo de alguna manera, en el que me incluyeron para un juego. Me dirigía a la biblioteca, frecuentaba pedir libros y leerlos a escondidas para no pasar como "fenómeno intelectual" y hubieran mas motivos para que otros sujetos con falta de atención me molestaran. Pero antes de llegar a la biblioteca escuche mi nombre y mis compañeros agrupados mirándome tras de mi. De primera solo reaccione a salir huyendo, pero me detuvieron rápido riéndose de mi boba actitud pues no querían molestarme, sino integrarme.
Me llevaron con ellos y me explicaron el juego. Accedí con toda emoción.
Elen, Valeria, Alicia, Marcela, Miguelina, Tania, Cristal, Michelle y Solanch eran las chicas que corrían y Jairo con Ezequiel, Raul, Felipe, Elías... entre otros éramos los que "pescábamos".
Recuerdo que Jairo era el mas rápido de todos, pero descubrí entonces que al correr yo también era muy rápido, casi a la par con Jairo, sin embargo, jamás accedí a competir.

Luego comenzaron los cambios, las discusiones entre compañeras, las peleas a golpes entre compañeros... Fue cuando me separe de todos y me centré en mis propios pensamientos y mis intereses, que eran bastantes para ser honesto. Al concluir ese año la mayoría estábamos bastante tranquilos pues no éramos un curso de tan bajas calificaciones, pero pasado el año en que cursabamos a 8º, el curso se redujo de como 37 a 22 y habían rostros nuevos, de otros cursos y los pocos conocidos.
Joan Cofre apareció como un icono de la rebeldía con Carlos Inostroza, Cristian y otro lame-botas que no recuerdo su nombre. A mi me fastidiaron bastante pero al final opte por reírme de sus burlas. No fue por simpatía, la verdad, me trataban como basura.
Adapte el "si no puedes con ellos, úneteles".
Nunca fui uno de ellos, pero me divertía viendo sus idioteces, viendo como se carcomian entre ellos, aunque en su mayoría inventaban groserías nuevas y opinaban sobre las chicas mas guapas de colegio, futbol y esas cosas. Nunca ví en ellos una amistad real.

Al irse algunos y otros repetir, en 1º Medio, 2007. Quede absolutamente solo, pero seguían rostros antiguos...
Valeria, Arturo... Jonathan, había vuelto, ya que se había ido uno o dos años a otro colegio. Había oído que lo habían echado por mal comportamiento, supe que era alguien a quien no me debía acercar. Eso hasta que nos convertimos en mejores amigos y mis notas empezaron a bajar ese mismo año jajajaja

Ese año conocí a Jonatan Poblete, con quien sobresalimos en notas,  pero al yo ser tan callado y el tan sociable opto por cambiarse de puesto junto a Arturo Friz. De ahí el grupo creció drásticamente convirtiéndose en el grupito top de la clase o al menos así los veía yo. Con Ezequiel, Jonathan, Arturo, J.P., Hernán y Facundo... pues, fue un grupo bastante locochón. Habían temas y risas todos los días, a veces trabajábamos y otras veces solíamos "dejarlo para la próxima clase." Cosas así. Nos unía la música y al menos a mí, el anhelo de un amigo.

Otro año y se integraron compañeras nuevas. Yeimy solía ser fastidiada a diario por J.P. y Valeria tendía a defender a su amiga Yeimy, siendo ambas fastidiadas, Yessenia (chica) solía ser el objetivo de fastidio principal, valía la pena levantarse tan temprano para ver a esos discutiendo entre ellos.
Solía ser muy divertido oír sus riñas por que en el fondo, hasta ellos mismo ignoraban que había un triángulo amoroso... O lo sabían y molestar era su manera de confesión.

Antes de eso, seguía sentándome solo hasta que Jonathan me invito a su puesto y el se cambio, luego volvió y quedamos en el mismo puesto, con el tiempo, el dibujo nos asimiló y nuestras vidas pasadas tenían una similitud muy fuerte. Creo que no había empatizado tanto con alguien nunca antes. Sus chistes y su despreocupación por las tareas fue lo que me divertía mas. La mesa quedo gravada de dibujos tallados por nosotros.
Fue un gran trabajo, pudimos sacar 7 por ello xD jajajaja aunque respecto a las notas del semestre... pues... Yo comenzaba a dejar de lado la importancia de las notas y me enfocaba mas en perder mi tiempo en cosas como ver series y coleccionar hobbies. Eso me repercutió mucho, pero cuando me di cuenta de ello en mis notas no tarde mucho en arreglarlas y pasar igual que los demás, aunque si, ya había bajado mi promedio final. Sin embargo, eso jamas me importo, pues cuando sobresalía era usado de ejemplo por profesoras y eso me generó problemas fuera de clases, cosas que nunca dije que pasaron.

Los últimos años fueron los mas complejos pero los mas preciados...
El curso se había desfragmentado pero Jonathan, Arturo y Facundo quedaron conmigo en el mismo curso, ahí fue cuando se integraron varias personas que apreciaba desde hace años... Y con el tiempo, aunque no compartíamos lo suficiente para llamarnos amigos, si conocí parte de ellos, sus dolencias, sus virtudes, sus maneras de lidiar con el dolor y las cosas que más les hacían sonreír. 

Era una fiesta de aniversario en el colegio, estaba toda la Media en el Gimnasio celebrando, ese tiempo el regueton era la cumbia y sonara hasta los tímpanos, solo quería irme de ahí pero todos parecían pasarlo bien, excepto un sujeto, uno que tenía casi el mismo rostro de fastidio que yo por causa de la música. Se puso al lado mío y expuso; 
- detesto esta %$&"@ de música, deberían colocar metal.
Yo me eché a reír porque a pesar de que también compartía mi buen gusto por la música heavy, era algo absurdo que pusieran ese estilo de música para una celebración en la que solo se baila y festeja. Pero de entonces comence a conocerle, a Toño, le puse atención cuando llego a clases, temprano y con su camisa rasgada y sangre en los puños, sonriente. Esa sangre no era suya.

Supe que era el tipo de persona del que debía mantenerme alejado... pfff... quien me viera hoy... Jonathan Garabito, el chico que se lo pasaba con anotaciones negativas se convirtió en mi Primer y buen amigo. Así mismo con Toño. Hasta hoy, ya llevamos mas de 6 años de andar caminando de allá para acá. El es la fuerza y yo la mente pensante. Nos hemos vuelto adictos a un par de cosas, como lo son las caminatas lejanas y los temas de conversación de un tiempo final por venir, yo y mi silencio y el con su imparable hablar. Hemos cometido maldades, nos hemos portado bien y creo que hemos acumulado "puntos" al tratarse de romper leyes, pero... nada que nos prive de libertad. Se que en el fondo solo soy un medio para un vicio, pero sinceramente, espero que un lazo de amistad sea más fuerte que los motivos que le mueven a diario. Después de todo... 
¿No somos tan malos, verdad?

Anne solía ser la chica callada-rebelde, se sentaba junto a Gisselle Colimán, la estudiante prodigio. Ellas fueron mis compañeras mas preciadas. Solía negarme a ir con ellas a comprar las cosas que al otro día se venderían para cubrir los gastos del curso y esas cosas, pero al final siempre accedía. Me gustaba andar acompañado por ellas, solo que mi temperamento solía explotar por las nubes cada 5 minutos, eran expertas en eso. ^^

Mis notas quería subirlas pues los años anteriores habían bajado en picada... eran los efectos de haberme dejado influenciar por las "malas juntas". Tuve que estudiar mucho para salvar ese último año. El último semestre Javier, Danilo, Harold, Diego, Gerardo y Jaime fueron compañeros de clase, asimismo Anne, Gisselle, Nathy, Pame, Yanira, Miriam, Solanch, Marcela, Carol, Gigi, Muñeca, y Angela. Todos nos conocimos un poco y nos vimos hasta el día de la Licenciatura.

En aquel mismo día de la Licenciatura no estaba nervioso, sino con Sentimientos Encontrados, pues es sencillo irse del colegio y dejar de ver rostros que antes veías a diario, pero no es fácil dejar ir los recuerdos. Los momentos.
En ese entonces la chica por la que tanto amor sentía estaba ahí, junto a su amiga... Sarai, que también era mi mejor amiga. Luego de La Gala y la Licenciatura... termino la amistad, el tiempo de enamorarse y todas las razones por las que mi corazón sentía simpatía y calidez. La ruptura de la amistad, esa que tanto afecto sentía, me hizo querer marcharme de esa ciudad, para siempre. Pero la vida seguía, aunque cuando no tenía razones para hacerlo, solo sentía los días lentos pasar, llenando de angustia mi interior, preguntándome qué habia hecho tan mal para perderles. Pero gracias a Dios, aún sin saberlo, pasados muchos años, entendería que esas amistades, nunca terminarían.

Me inscribí en el servicio para así empezar de cero y pero creo que nunca lo hice, termine el servicio militar y seguía igual... Con recuerdos y sentimientos que no se fueron nunca.
No echo de menos el colegio, para nada, echo de menos ciertos fragmentos... Como el trayecto muy de mañana en donde comenzaba con la llegada de Jonatan Poblete llamándome, al salir, nos saludábamos con ese típico saludo de "Kabrones". Luego pasábamos frente al colegio pero no entrábamos, íbamos a buscar a Jonathan Garabito, nos encontrábamos con Ezequiel y Hernán aveces en el trayecto, luego con Arturo y Facundo, que eran los ultimos que encontrábamos, y volvíamos, llegábamos justo al tocar la campana, y comenzaban las clases,
Sabía que era así, pero no lograba entender el "porqué" cada día los apreciaba mas sabiendo que un día se irían. Esos días solo quería quedarme en cama, acostado y durmiendo, pero no me quedaba con las ganas de querer ir y divertirme otro día junto a mis amigos en ese Liceo, y el frío nunca fue impedimento para asistir a clases.
Creo que es cierto, la sala de clases es otro tipo de hogar y el patio de esa casa seria el recreo, ese que con tantas ansias esperábamos para, después de una campanada.... Salir Corriendo.



A mis preciados amigos.

Jonathan G.
Sarai M.
Anne C.
Ricardo (Facundo) M.
Antonio José P.
Hernán R.
J.P.
Arturo F.
Hugo P.

Cumple mi anhelo, Señor Dios, y guarda sus caminos, sus sueños, sus corazones.
Cumple mi sueño, Oh Señor, y cuando nuestras vidas terrenales terminen, nuestra amistad no lo haga, y siendo tomados por tu mano, nos reúnas como familia.
Por qué en tu Cielo, Padre Celestial, anhelo sacar mi verdadera voz, y expresarte mi alabanza y mi amor por la amistad, que me has permitido experimentar.

domingo, 7 de agosto de 2016

Luto y Quebranto · Silencio este Día. · Recuerdos y Escritos..

Mientras caminábamos, recuerdo que el trayecto era largo...
Caminaba mucho para ir al colegio...
Era una chica esforzada.
Yo le acompañaba para que me hablara sobre Yicel y a ella le agradaba la compañía pues el trayecto era largo y solía reírse por las torpezas que le charlaba.

Hace mas de un mes, o quizá dos que se fue...
Y acabo de enterarme.
No se que fue lo que le ocurrió.

Es difícil.
Es difícil digerir que las personas importantes se van y... quedamos para narrar eso... "que no están" y recordar de luto tanto de algo que ocurrió tan pronto.

No pague mi deuda con ella...
Tantas veces que me contaba de Yicel con tanta paciencia respondiendo a mis innumerables preguntas. Creo que Doris sabía que yo era un tonto cobarde que no era capaz de preguntarle a Yicel misma todas esas cosas.
Pero sin embargo, siempre respondió cordialmente, y eso me daba ánimos de seguirle preguntando, una vez recuerdo que me hablo de sus padres, ahora los veo. Y espero seguirles viendo hasta siempre al igual que a ti, Doritos. Confío en que el Señor es Sabio.
Diría que tu esperanza ahora esta en espera, Dios no quita, volvemos a él si somos de ÉL.


Temo que mi deuda no pude pagarla con ella. Pero he decidido saldarla de todas maneras.
Es algo complejo, no era una persona cercana, no hablamos como si fuésemos amigos precisamente, pero las pocas conversaciones que tuvimos, me hizo sentir afecto, pues era una mujer íntegra.
Con temor de Dios en su corazón. Era leal, no importa lo que pensaran los demás, incluso quienes le conocían. Somos seres humanos corruptos, imperfectos, mucho menos personas santas.
No todos alcanzamos la altura de la perfección y la santidad como deberíamos, pero sabemos cuando hallamos buenas personas. Ella era una. Sabía de su embarazo, Tuvo una hija. ¿Qué será de esa pequeña?
¿De esa familia?
Pequeña Dania . . .


Es horrible que tengan que pasar estas cosas para reaccionar de manera abrupta y decidir terminar lo que empece (empezamos todos) hace tanto tiempo.
Creo que... debemos cumplir nuestras promesas en el instante, esta vida llena de espera y de momentos prolongados es doloroso. Pero aquí estamos aún.
Aunque tal vez mañana ya no.


Me da igual el tiempo para mañana, si fuera hoy.



Doris Fernandez Alvarado.
Una paloma celestial de nobleza y consolación junto a tu rebosante alma, te guía hasta el Rey.
Te reciba Jesucristo el Hijo en su misericordia y amor completo. Y él os guíe como Pastor a sus ovejas.

El Espíritu Santo lo haga posible;
Vernos sin este humano dolor de pérdida nunca más.
Nada importa más que tú alma esté con Dios Padre. Si así es, te envidio doritos. Espero que estés esperándonos... A tu pequeño, a tu marido, a tu familia, a tus amigos y amigas... y a esta persona a la que tuviste mucha paciencia y buena voluntad, quién te narra entre Recuerdos y Escritos.


Hasta entonces Doritos!!!

Saldare mi deuda.