"Wait time for no one"
El tiempo no espera a nadie, el tiempo nos desecha a Todos.
No he dejado de sufrir. Perdí la fe.
Tenía una esperanza tan grande que…
Perdí las ganas de vivir.
De escribir, de dibujar… hasta de orar.
Siento la lejanía de Dios a kilóooometros de mi.
Y la verdad es muy poco lo que siento últimamente.
He pensado en todo lo que llevo perdido todos estos años.
Y justo lo que le he pedido a Dios que resguarde… lo pierdo.
Nunca me sentí valiente a vivir y a sentir como cuando
comencé a soñar despierto contigo. Viéndote en espíritu como serías dentro de
unos años.
Una mujer tan llena y radiante.
Sentía tantas ganas de vivir entonces.
Soy un hombre, pero lloro mas que una mujer.
Siento tanto miedo a creer en Dios de nuevo… que… pienso en
el infierno mas que nunca, porque sino se cree en Dios, estamos perdidos. Y así
estoy.
No, se que no volverás.
Se que importa tan poco lo que sufra un ser humano que no
volverás la vista aunque eso salvase todo el mundo de este pobre infeliz.
Se que no volverás.
Porque confié en Dios en que no te irías, y ni siquiera eso.
Confié en Dios que no me dejarías, desechándome como basura como ya lo habían
hecho.
Me pregunto si Dios oye lo que dicen mis labios, todo lo que
no escribo, todo lo que no le digo a la gente mientras aparento estar bien.
Jehová, el Dios de Israel, se ha convertido en mi Dios de la
Desesperanza, en el Dios al que temo creer por miedo a perder lo único que me
queda hoy en día…
La vida muerta.
¿Puedes ayudarme?
¿Te cuesta tanto ayudarme tan solo un poquito?
Pienso en la muerte mas de 4 veces al día, y a la quinta ya
no puedo aparentar mas, abandono el trabajo y me encierro en cualquier baño a
gemir… por si Dios se dispone a oír mi lamento, de que no estoy bien…
De que vivo con un vacío tan enorme adentro que me cuesta ya
respirar…
Duele tanto aquí.
Duele tanto señor.
Mi dios.
No tengo amor ya.
Me repugno y si pienso en amar a alguien…
Ésta me ha dejado.
Estoy solo.
Perro infeliz desechado a costa de punta pies entre las
veredas del mundo y el desamor.
Estoy quebrado.
Ingiero drogas porque no tengo fuerzas para orar.
Lloro porque no siento nada.
Las lágrimas salen solas cuando pienso en el día que me
queda por delante, aun cuando apenas el sol esta saliendo.
Y me siento desdichado.
Me siento a morir como nunca antes.
Y la verdad si, lo quiero.
Porque toda esperanza cuanto tenía se echo al basurero de la
desilusión, y era todo lo mas preciado que poseía en mi corazón.
Hoy no siento sino agonía y la lejanía constante del Dios de
la Salvación.
Se apega a mi el Dios de la Desesperanza y me cobija entre
sus negros brazos volviendo tormentos mis sueños…
Extenuando mi respirar y ya apenas logro aparentar. Estoy
sufriendo muchísimo.
Clamo y gimo, pero no hay respuesta.