Vivo en constante plena ausencia... Como aprendí a vivir así
también de la tuya...
No es impreco ni proferio que lo mencione de esa manera...
Es la manera que menciono que estas, aunque ausente.
No muero por tu ausencia... Recuerdo bien tu esencia...
No escapa la justicia a quien ama la verdad... Ni el
escarmiento del tiempo aflige a quien sabe esperar...
La espera no tarda en terminar, en esperar no hay apuro si
pronta o tardía has de llegar...
Esperar, puede ser mediocridad... Pero ¿Salir a buscar?
A quién... ¿Por dónde empezar?
No es que no quiera salirte a encontrar... Solo que no se
donde estas. Por ello confío en ti, en que vendrás.
En que ya vienes... Y que estarás...
Abrir la puerta y estar...
Abrir mi puerta y tu estar...
Nada pido mas que tu en mi puerta un día estar... Y yo
estar, no ausentar... Estar, abrir la puerta yendo en prontitud para saludar,
en invitarme a mis sueños privados visitar, a mi vida personal ingresar...
Pasar y entrar... Libremente descubrir, conocer y quedar.
Al extenso sofá de nuestras interminables historias
sentarnos y olvidar el tiempo pasar...
A la
cocina de mañanas espontaneas de dulces y salados besos que siendo desayuno,
dan ganas de ya almorzar...
Ven, te ofrezco a pasar, a mi baúl de melodías desterradas
oír música para disfrutar... Un alocado rock... Un apegado jazz... Un clásico
para recordar... Y blues... Para ambientar.
Puedes subir las escaleras, rozar la pared de dibujos que
realice mientras en la espera.
Esta es mi habitación, de techo un cielo pintado de constelación...
Para que entre Sol hay grandes ventanas, que sus suaves
rayos junto a mis manos te acaricien por la madrugada...
Una gran repisa, libros e historietas que inspiran mi
vida... Dibujos esparcidos sobre el escritorio de la esquina...
Un velador antiguo donde guardo mis recuerdos. Y un armario
que lucha por mantenerse ordenador y cuerdo.
Un terno formal como el de una gala, algo empolvado pero
apunto de usar. Colecciono corbatas como revistas de cómics y una biblia sobre
mi cama que revela quien soy.
Mi colchón no es muy cómodo, aunque es de fina lana, pero
para ello mis abrazos y acomodes para ti la cama...
Las sábanas son suficientes para auto-cubrirnos del invierno.
La almohada es una sola, no queda sino batirnos, o aprovechando es solo una la
usamos entre dos.
No te rías de aquel peluche, es un amigo personal, no le
expulses de su lado, se lo gano al saberme escuchar.
Al correr la ventana hallaras una terraza, no es muy grande,
caben macetas y plantas, el gato vecino, y una silla, sobre la cual un libro y
una taza.
Eso me recuerda... ¿Quieres té o café? ...Muy temprano... Un
champaña he de traer...
Noche larga en otoño estrellado...
Palpitos cálidos de un corazón renovado...
Días fe-abriles de brisas oleantes...
Tu cabello, su aroma... Es mas que inspirante.
Dibujar tus detalles en viva presencia...
Es mucho mas hermoso que imaginar tu silueta...
Noche extensa conociendo el amor...
Risas en silencio con "te amos" sin voz...
Cero palabras... Seguimos las miradas...
¿Jugamos otro poco?...
En sueños mas
profundos he hallado tus caricias...
Tu amor, tu mirada, tu sonrisa, tu
cabello... Tu todo que me envuelve y me atrapa.
Bienvenida a mi vida... Que es tuya ésta mi década...
Para ti mis vidas próximas y mas allá en la Nueva Era.
Perteneciente por los tiempos... E inseparable entre los
siglos.
Te hallaré... Me hallarás... Quién encuentre primero la
puerta tocara... La contra parte... Abrirá... Ambas Almas ansían estar... Pues
mi alma... Mas que Propia... Nuestra.