Había bosques por donde respirar.
Habían también rieles, dónde paseamos.
No he sentido bien conmigo mismo, ni desde mi hacia otros.
Me resulta inaceptable el resignio a esta epopeya
Las circunstancias nos mutilan. Nos quebrantamos y nos saboteamos.
Cuántas veces más me daré por perdido¿?
Se lo que merezco. No replico ni cuestionó.
Más bien pienso, y siento.
Es que es algo difícil de sobrellevar
No me cuesta entender que acepte una vez la Realidad de Cristo en la Cruz pagando con precio de sangre por mis errores ante Dios Padre.
Y que esa Realidad es mi razón. No ser solo algo como esto, en este mundo.
Porque nunca me quise, solo me cuide para otros.
Y lo que más duele admitir, es que no hubo un segundo en mi vida, desde que comencé a tener mis primeros recuerdos... En qué no estuve quebrado.
Asique, siendo aún más honesto, nunca he golpeado voluntariamente a alguien,
En viceversa, por el contrario, comienzo a sentir la rabia que promulga las masas como cuando ya no pueden sostener su ignominia por la falta de otros.
No soy de golpear, pero mis palabras... Ni yo suelo admitirlo, pero...
Son como un susurro de advertencia, en palabras de buen tino.
Siendo yo el menos acepto y digno de hacer tal mención.
Se quien soy, claro... Por supuesto que lo se.
Y esa es una razón por la que odiarme y llorar.
Aún así, acepto una odisea de esperanza inmerecida, pero apresta siempre sin acepción.
Y lo primero que siento... Es conociendo como se siente el regalo del amor de Dios.
Porque es lo más inmerecido que presiento. Y siempre me he privado de ello.
Por lo que es hora de someterme a creer fielmente
Que mi historia personal es algo que sea completamente borrado
No huyendo de ello, reconociendo con verdad, porque solo así se duerme.
Porque se cree con seguridad. Atisbo y acepto la realidad más conveniente.
Pues la que vivo, a diario, cobra solo sentido en la percepción espiritual.
Mundanamente es el mundo y la carne humana, y lo que contamina sale por la lengua.
¿A cuántos otros vas a culpar? Que se siembre la discordia y el tedio
Otros mejor buscan las eternidades en la Fe, la Sinceridad, el Perdón, la Fidelidad, el mismo Amor.
¿O es que acaso te volviste tan arrogante, ser humano, que asumiste que estás cosas,
Por el hecho de sentirlas en tu vida, creíste que eran del propio tuyas?
Apenas ciegamente percibimos su existencia, y no conocemos su magnífico valor en simples actos. A tientas vivimos con lo que es globalistamente seguro.
No es, sino solo por ÉL, que la vida toma un sentido.
Porque el Rey David hablaba por todos nosotros cuando se refería al hombre sin Dios, como mismas bestias.
Si existe Justicia, la hallaré ahí, en ÉL.
Si existe Perdón, lo seguiré también.
Si existe el Amor, deseo nunca dañarlo.
Si existe Sabiduría, quiero vestir de ella.
Si existe el Honor, Lo Cumpliré.
Si existe realmente un Lugar Llamado Cielo...
Dónde Dios Habita e invita al ser humano después de esta vida terrenal...
Solo quiero....
-Allá Despertar-
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