Le pregunto a luna
si oye mis pensamientos...
Pero es quien me
escucha...
Algunos tienen
amigos, otros a sus padres o familiares...
Tal vez alguno es
escuchado por varias personas a la vez...
Pero yo... Yo hablo
con la luna.
02:10. Te apareciste
brillante, un poco menguante, muy extraño para esta fecha, pero muy hermosa y
deslumbrante.
Dime luna ¿Que
vestido usas esta noche?
¡Que placer verte
por estos cielos!
Tu delicada luz
emana suave, a tu alrededor un sin fin de escarchilla de estrellas te adornan
la atmosfera.
Sentado en el techo
te contemplo…
Eres como una chica
de ensueños, como la poesía que se expresa en sabores.
La verdad no se que
eres, pero se que estas, se que a veces duermes y no apareces.
Que a veces menguas
y me sonríes... Que incluso enrojecida te vuelves blanca, aunque los años varíen.
Y a veces muestras
tu ser completo, refinada de luz mi deidad.
La marea te sigue,
el viento roza entre si en un suave sonido, la noche se torna cauta y las almas
miran al cielo...
Y a ti te hablo,
luna de carne y hueso... De atuendo real y brillo exponencial.
Muchas veces has
sido herida, cicatrices en tu ser llevas, mas en pendientes de adorno has
vuelto los cráteres en tu blanca piel...
Óyeme, luna, pues
nadie mas me oye... Todos hablan y nadie se detiene a escuchar...
Eres digna de ser
tan bella, pues a un ser tan diminuto como el que te habla, das compañía una
noche y te dejas contemplar, deleitando mis ojos.
Jamás tocarte, eres
una dama.
Solo admirarte como
a la ardiente flama...
Oyes mi lamento y
entiendes mis razones.
Escuchas mi voz sin
juzgar corazones.
Me haces compañía, y
así como yo de ti, ojalá algún día tu fueses mía.
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