He salido a beber con mas frecuencia y reconozco que a
diferencia de antes, me he tornado ausente con la gente que me rodea mientras
lo hago.
Se que muy en el fondo me harte de sentirme dañado y comencé
a sentir que era mejor estar ebrio que encariñado. Así es mas sencillo
sobrellevar los fallos de los demás de forma pacifica… pero he topado con
concreto tras una pregunta que me hacia mientras los demás platicaban ayer, en
la Isla.
¿A quién de estas personas realmente le puedo decir como me
siento?
¿Existe alguien a quien sienta parte de mi? ¿A quién le debo algo mas que un simple brindis?
Y pues. No estoy anclado absolutamente a ningún lazo
inquebrantable, temporalidades.
Después de ya 13 años lidiando con esto… sin previo aviso me
he fijado de que aquello por lo que una vez sufrí tanto, hoy me es tan
indiferente y redundante que… beber una cerveza o fumar un caño es similar a lo
que provocan las personas con las que comparto.
Me explico…
Siempre salgo esperando algo diferente, experimentar algo
nuevo, pero las personas de las que me he rodeado solo ofrecen lo mismo día
tras día, como si sus almas no tuvieran un trasfondo de significado salvo…
repetir el efecto, simplemente humanos jugando a ser contenidos de vasos vacíos
que, en menos de un cuarto de hora, se vuelve a vaciar.
No son mas que una costumbre hecha vida.
Nunca me gustó la cerveza. Hoy suelo acostumbrarme a beber y
tener una arrogante preferencia por la marca. Como un humano idiota promedio.
Así mismo…
Antes solía sentir demasiado por la gente que me rodeaba,
hoy, si tuviera que contar cuantas personas son realmente apreciadas
enumerándolas con mis dedos, creo que cortaría mi mano.
¿Qué a qué va eso?
Pues, como ya decía yo… Decepción.
Y…
Es que…
Comenzaba a importarme alguien.
Quizá mamá pensaba que me gustaba la hermana de Jona,
Milyrle. pero le veo como un camarada mas de la manada, siempre es mejor
conservar a los tuyos en grupo de hermanos sin apartar a los suyos. Aunque
claro, tiendo a unificar de vez en cuando, y al hacerlo suelo retirarme. Me
agrada verlos juntos como amigos. Pero no me siento parte de ello, pues mi
esencia es… Pasajera.
Alguien que antes jamás consideré de la forma en que lo hice
luego, tras conocerle . . . Me sorprendió. (y eso es bueno) Noté que me ayudo
bastante a recordar hábitos como el dibujo. Esa esencia entre rieles, arte y sentimientos de estación. Que ya por cierto lo había dejado
de lado por que… no lograba rescatar la esencia del placer de dibujar.
Solo lo
hacia por meros encargos que… nunca cobré. Incluso acabo de recordar que le había hecho un encargo, el
cual no llegamos a concretar. Supongo que eso habla mucho de nosotros mismos.
Pienso en lo difuso que es conocer personas hoy en día.
Todos buscan a otros por intereses personales, y una vez consiguen sus
intereses, tú dejas de serlo inmediatamente.
Y es que soy solo uno de los que forman parte del escenario,
pero jamás verán quien soy fuera de teatro. Solo me limito a cumplir mi papel.
“No fastidiar para no ser fastidiado, acompañar y aconsejar no pasando mas allá
del fastidio”.
Si no sabes cual es tu guión, o al menos el propósito de
nuestro escenario, no formarás parte de mi, porque no está en mi interés formar
parte de ti.
Las personas que se te acercan sin un motivo concreto, no
esperes mucho de ellas. Porque si tú no les das algo para quedarse, no lo
harán.
Por mi parte, me presento, este es mi guión; “No doy algo
para que la gente se quede. Yo expongo motivos de sobra para que se marchen.”
Conozco muy de cerca gente así, que ama solo a quien puede
darle lo que busca para sí, y que sufre cuando ya lo ha adquirido porque sabe
que será pronta causa del desamor, porque no saben como entregar afecto de
manera sana que, en sí, no son nada de especial. Es amor por el alma, no por
quienes somos hoy. (Por lo que seremos). Y en tanto hoy, buscas eludir ese luto
incierto tomando de otros algo que anestesie el mal sabor a sentimiento seco,
frunce el ceño a quien pueda tomar lo mejor de si para luego marcharse. Reconozco muy bien a ese tipo de gente.
Se que no son de fiar. Se que son dignas de piedad al final
de todas las cosas.
No niegues el saludo ni termines una amistad solo por
despecho… Al fin y al cabo es uno el que expone su vida ¿o no? Puedes contarles
un par de historias, pero no confiarle la tuya. Puedes reír de cualquier cosa,
pero no alimentar tu felicidad, sabes que hay decepción en todo ser.
Que lo que fácil viene fácil se va, y lo único que provoca
su corta estancia es el “qué busca” y “cuánto
tramo” le tomaba obtenerlo.
Recuerdo que culpabas a alguien indirectamente, como si el
culpable fuese demasiado idiota para asumir la responsabilidad, asique asumiste
la mitad de tu parte.
Recuerdo que no diste motivos, salvo el hecho de que habías
decidido acabar con ese amor porque…. Pues, ¿opiniones de terceros?
Ciertamente mi primera compañía termino por terceros. Sabía
perfectamente mi posición. El motivo por el que estaba oyendo justamente ese
relato y la razón de mis continuos pasos, siendo que desde un principio mi
dirección impulsaba a la derecha, donde todo para mi salía mas sencillo, mas
cerca y menos complicado. Pero tome el camino a la izquierda, acompañándole.
Tengo muy en claro que todos somos pasajeros, pero no me
gusta sentir que voy en un tren sentado sin ser útil para quienes van sentados
en el mismo vagón.
Supongo que cada vez que devuelves el saludo lo haces
sabiendo de ante mano que estas expuesto a perder una parte de ti por ese
alguien, y que al final un adiós se resumirá en un termino de estación.
Hay que estar constantemente preparado para dejar una parte
de ti, siempre.
Y un detalle mas…
Sin esperar nada de nadie.
Dime, una vida así… ¿Te llena en algo?
¿O te hace sentir realmente más vacío?
Mi caso es diferente, ya no puedo esperar a que alguien se
siente a mi lado y haga la pregunta correcta, esa que espere mi jodida vida y
nadie la hizo, ni siquiera por consideración a conocerme un poco. ¿Cuesta mucho
interés? (supongo que mi rostro no expresa mas que una sequia de causa y efecto
por gente así). En definitiva.
Creo que empiezo a ser menos como la Sita Pame quería que
fuese, y me convierto mas en quien siento que debo ser.
Siento que debo darle valor a cada quien según su parte. Quizá
asumas que soy accesible de muchas maneras, pero es que todo el mundo es así.
Sencillamente es mas fácil recibir el saludo y responder “bien”, que tener que
explicar el porque no eres merecedor@ de entrar a mi vida. Las evidencias son
suficientes, al menos para mi, que miro el mundo de una perspectiva mucho menos
cálida e infantil.
Siento cierto grado de decepción a mi mismo, por haberte
considerado. Por incluso haberme permitido el desvelo en pensamientos que, te
concernían de maneras que ni siquiera te imaginas. Pero no es que me duela o
algo, es como cuando comes algo nuevo, que por su olor te da cierta desconfianza
pero terminas probándolo de todos modos y luego te sabe peor en la lengua de lo
que esperabas, no duele, pero si te frustra. Y es el precio por aprender, es
por eso que me hice amigo del sufrimiento.
Cuando éste llegaba a mi alma pocas veces le cerré el paso.
Siempre considere que no sentir el sufrimiento en su plenitud era un acto de
cobardía, y aun lo pienso de esa manera.
Haz que un hola valga la pena. Y que un Adiós sea oportuno.
Porque un ¿Puedo acompañarte a un café? No es mas que el
anhelo del que Viaja, Sueña y Camina a cuestas de un deseo puramente humano.
Y no se si quiero conservar por completo esa parte
específica de mi humanidad de aquí a mas tiempo.
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