Luchamos porque deseábamos que nuestros anhelos se cumplieran,
de alguna manera nos esperanzábamos en ello con todas nuestras fuerzas.
Era el motivo de levantarnos con ánimo cada mañana, creer
que sería hoy ése el día en que ocurrirá eso que ansiábamos, después de todo...
El fin de un anhelo es experimentarlo vívidamente, que forme parte real de
nuestro presente y que de ello saquemos una nutritiva experiencia, un
sentimiento inquebrantable, una sensación exquisita y un recuerdo inolvidable.
Sufrimos la desesperanza esperando ese momento, jamás llegó,
y ello nos separó a casi todos en fragmentos… todos esos fragmentos… somos
nosotros.
El caso es que conmigo es diferente. Pero es similar a la
vez.
Me explico.
Igual que todos siento y tengo el deseo de experimentar ese anhelo
en la vida real, con la misma intensidad, con mismo vigor, con la misma
templanza y añoro de vivir ese momento.
Lo diferente es que... Si, lo experimento, pero no en la
vida real, no en un momento tangible.
No he comprendido porque me he autodenominado como un
Soñador. Simplemente acepte la idea porque me di cuenta de que lo era de hace muchísimo.
Solía imaginar muchas cosas antes de dormir, cosas buenas
que me llenaban de fantasía, momentos inexistentes que me hacían reír al punto
de quedarme dormido entre risas, imagina otros momentos de tristeza, al punto
de quedarme dormido con lagrimas en las mejillas… Nunca he entendido el
significado de ello. Y es que siento más real la experiencia en un momento
imaginado que en la realidad misma.
La imaginación es una historia semi-perfecta, la perfección
no está para la imaginación humana, pero esta se asimila mucho más que la misma
realidad.
No me imagino historias increíbles de ciencia ficción y
cosas así fuera de lo ordinario, para ese tipo de cosas optaría por escribir un
libro de ciencia ficción. La imaginación es para nutrir de mas esperanza
aquello que sabemos que no ocurrirá en la vida cotidiana, quizá puede que si
ocurra un día y nos sorprenda, siendo así ese día pasara a formar parte de la
vida como un momento y recuerdo inolvidable, pero al instante de que miramos el
reloj y este avanza sin ningún cambio en la realidad es cuando recurro a la imaginación.
Me reúno con gente que hoy no me dirige la palabra, me
enamoro mas de quien ya no se nada ni ella de mi, salgo a lugares con gente a
los que normalmente sueño con ir pero que, siendo honesto, jamás iré o hare.
Pero... Hay cosas que sobrepasan la imaginación. La
transparencia de un sentimiento muestra mi más verdadero anhelo.
Ni yo mismo lo habría imaginado tan especial como lo he
experimentado en un sueño:
Caminaba... Me dirigía a casa (asumo eso) por calle
Portales, iba a mitad de cuadra antes de interceptar con Antifil... Iba por el
lado derecho de la acera. Mire hacia mi izquierda y al otro lado de la calle vi
a Jonathan sentado junto a una chica (justo donde hay un negocio), esa chica me
era conocida (hermana mayor) de alguien más.
Ese alguien había entrado al negocio que estaba justo a mi
derecha. Salude a Jonathan y seguí caminando, como evadiendo la idea de
quedarme ahí a esperar a su encuentro, asumí que como en la realidad no me saludaría
y en vez de eso recibiría un gesto de menosprecio y desinterés. Asique seguí
caminando. Pero fue el momento del cambio, ese que pasa de la cotidiana
realid
ad a un sueño que refleja el anhelo del corazón.
Una mano toco mi hombro, me detuve enseguida, mire quien era
aunque asumía ya a quien vería, pero necesitaba asegurarme. Al verla su rostro era
el mismo, si simpatía era la misma, su voz, sus gestos los mismos.
Me pregunto al así como "¿Te puedo saludar?"...
Fue cuando mi sentimiento exploto y deje que el deseo tomara dominio de mis
acciones, mi cuerpo impulsado por el anhelo no respondió nada, simplemente me
abalance sobre ella y le abrase con tal fuerza y delicadeza como jamás he
abrazado a nadie más.
Ese acto le hizo sonreír, me dejo perplejo, emocionado y con
sentimientos encontrados.
"No puedo creerlo, siempre creí que... "
"No, nunca he dejado de quererte, el sentimientos no
muere. Da igual lo que pasó."-interrumpí.
En un abrazo tan extenso de dos almas fundiéndose nos
conocimos otra vez, nos encontramos, unimos nuestros sentimientos en uno solo.
Eran nuestros espíritus, el deseo es el mismo... Dejar el odio y el rencor,
amarnos unos a otros.
Mi imaginación nunca me ha dado para algo así, solo el sueño
espiritual es capaz de hacerlo, porque saca a flote todo lo que escondemos en
el fondo del mar.
Fue un sueño precioso. No soy capaz de escribir cada
detalle, solo su esencia momentánea, el resto se guarda muy adentro.
Sentí la necesidad de escribirlo, con hace mucho no sentía
el deseo de escribir.
La ambientación era muy ligada a la realidad, las personas
ninguna surrealista, Jonathan, la hermana mayor de la chica, yo, y la chica.
La situación fue lo lejano a la realidad pero se sintió
real, lo sentí tangible... Mucho mas que en la realidad misma.
Entiendo ahora mi seudónimo como Soñador, pues de eso nutro
mis días buenos y malos, oscuros y hermosos.
Sueño lo que no puede vivirse, experimento lo que no puede
llegar a existir en este plano. Y seré honesto, en el sueño no hay límite de
nada. En la vida real todo lo que sientes en un sueño parece un grano de arena,
todo es exponencialmente expandible al experimentarlo en un sueño, pues eres
libre en todo sentido, nada te oprime de hacer esto o aquello.
En un sueño, todo es posible, y hasta los sentimientos te
cambian y se vuelven más fuertes al momento de despertar.
Te invito a ser amigos de nuevo, a aprender de nuestros errores que nos hacen semejantes. Puedo invitarte a imaginar, a volar tan libremente que ningún yugo ni ligadura nos mantenga en prisioneros en una celda reprimiendo sentimientos, cambiándolos en odio en desprecio.
Permítenos perdonar, permíteme ser perdonado. Permitamos una vez más... que el Espíritu deje expresar su Cariño.
Anhelo Compartido x Lazo Espiritual x ¿Imaginación?
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