Vi a un
hombre apoyado en la reja de una casa, iba en su bicicleta en dirección a su
hogar, lo sé porque vive en la casa del lado, es un vecino que bebe muy
constantemente, casi una o dos veces al día.
Saben,
odio la opinión de las personas. Y más que su opinión, odio a las mismas
personas.
Ven a
un borracho en la calle y lo primero que hacen es prejuiciar, mover la lengua
como mas les conviene juzgando al prójimo.
Claro,
ellos viven alejados de los vicios y todo eso, pero que saben... Todos tienen
sus males y aun así los miran y critican como drogadictos y borrachos, en el
fondo quienes juzgan son quienes llevan males muy privados y mucho peores, de
esos que avergonzarían a medio mundo.
Los ebrios
son solo eso, ebrios, borrachos dejando notar su pecado cuadra y media sentados
en la acera. Todos ven lo que son y en vez de oír sus murmullos de ayuda, solo
les ven como a sarnosos y siguen caminando.
Hay
ocasiones en las que puedes platicar con ellos, tal vez su humanidad logre
alcanzar esos fríos corazones. Lo sé, se que algunos borrachos te gritaran si
les diriges la palabra, otros guardaran silencio, otros solo querrán algo de
dinero para sacarte de encima e ir de vuelta a la "cantina"...
Pero... Son personas, son seres humanos con un interés diferente, tal vez el
alcohol fue lo único que encontraron en su peor momento de vida.
Yo no
elegí haber sido un drogadicto, la situación me llevo por esos lugares, por eso
se que no es sencillo salir de ahí.
Son
muchas las excusas y muy poca la verdadera ayuda.
Muchos
pasamos de largo, pero, hay una gran diferencia entre quienes tocan el tema de
la gente ebria en las calles para ayudar o aportar a la retrograda opinión de
otras menos convencidas de su imperfecta forma de vida y hay otras que hablan
solo para dejarse ver a sí mismas como supuestas personas "rodeadas de sarna
perfección". Hipócritas de mierda.
Hace
unos días una casa se quemó, eran como las dos y media de la mañana y la sirena
paso sonando por la calle y el sonido se detuvo a unas cuadras, mamá y papá se
levantaron. Papá entro a la pieza y le hablo a mi hermano.
-
Samuel... ¿Samuel?
- Esta
dormido. - Le avise.
- Ah,
oye no quieres ir a ver donde es el incendio. Me parece que es allá a la
vuelta. - Pregunto.
-
Bueno, pero sabes que no lo hare por...
- No es
por "sapeo" -Interrumpió papá. - Solo quisiera saber
"Donde" es... Por favor.
- Okey.
Salgo al tiro.
Me puse
las zapatillas y el polerón azul, hacía frío. Salí de casa y vi a lo lejos un
humo gris elevarse mas y mas, cubriendo las estrellas. El incendio era a casi
tres cuadras y ya se estaba reuniendo mucha gente. Todos observando.
Parecían
plebe romana, de esos que disfrutaban ver cristianos siendo devorados por
leones y viendo como los gladiadores se asesinaban unos a otros. A la gente le
llama mucho la atención ver el fuego pero no en sus casa, les causa
incertidumbre cuando hay accidentes cuando no son ellos o parientes los
muertos.
Toda
esa gente mirando y sus rostros pegados a las llamas, entiendo perfectamente porque
la gente que ayuda se viste diferente. La gente que mira se viste normal, la
gente que va ayudar se equipa, se llaman bomberos.
Papá es
un hombre "sapo", no lo digo de insulto, él mismo se autodenomina así,
dice que hay que ser así para darse cuenta de lo ocurre y usa ese término solo
para conmigo, pues topamos en ese punto en donde le respondo que "prefiero
no saber en vez de ir a ver el espectáculo de gente quemándose viva como todos
lo hacen". Si no van a ayudar... Díganme ¿Entonces con qué fin es que van?
Esa
casa ardía y humeaba, pude ver a un hombre ayudando fervientemente a los
bomberos, pero el fuego no cedía y más gente se reunía. Divise cual era la casa
y volvimos a la nuestra con sami, quien me había alcanzado antes de llegar a
ver donde era el incendio.
A casi
una semana de aquel incidente ya nadie se acuerda, el show ya termino hace rato
para la plebe, pero... Vi a un hombre llorando, ebrio, apoyado en la reja de
una casa, justo frente a la casa incendiada.
Si,
puede solo ser causa del alcohol... Pero... Es un ser humano. En esa casa hubo
dos muertos. Un hombre, también alcohólico por lo que he oído, y
lamentablemente una pequeña, dos vidas incinerándose mientras la muchedumbre
veía, y eso me incluye a mi también, por eso no me gusta ir a
"sapear".
Pudieron
haber sido tres vidas las muertas esa noche, pero la mujer estaba bebiendo en
una cantina.
Ese
hombre llorando, mi vecino... Es un hombre por el cual la gente habla, mis
padres hablan, mi hermana habla. En vez de hablar juzgando su problemas porque
no simplemente no guardan silencio de lo que no conocen. De lo contrario hablen
con él... ¡Ayuden!
Soy de
los que no ayudan, asique me aparto y me aparto y omito toda clase de
comentarios, exceptuando la escritura. Donde soy libre de opinar lo que pienso
y lo que considero moralmente debido e indebido.
Detesto las masas que no hacen nada, como yo. Pero detesto
mucho mas a esas masa que van solo como espectadores.
Hace unos días hubo un accidente en nuestra casa, un joven
de 16 años estrelló el vehículo en el que andaba en nuestro comedor. Todos los
vecinos salieron... ¿Quieren saber quiénes nos ayudaron?
Solo un vecino. Uno que es maestro de construcción. Nos
ayudo mientras todos miraban. Y como era domingo, día de su descanso... se había
tomado un par de copas porque cuando estaba ayudando pase cerca de él, y olía a
cervezas, sus ojos estaban algo somnolientos y actuaba algo raro al caminar,
pero fue quien nos tendió siquiera una mano.
Agradecería a la gente que ayudo a testificar los hechos del
accidente pero por mero capricho fetichista simplemente NO ME PLACE. Solo
anduvieron de sapos... Y a los sapos que se los coma la serpiente.
Agradezco a los hombres que bebieron, y que aun en ese
estado ayudaron.
Agradezco a mi vecino, por mostrarme su lado más humano...
Que estando ebrio y a una semana de aquel incendio lloró por la pérdida de un
amigo, sin importar lo que dijera la gente.
Ser borracho puede ser una enfermedad, una que debe salir
del cuerpo para poder tener un alma más limpia. Eso no es imposible de hacer...
No para Dios.
Tampoco dudo que pueda salvar a la gente "sapa"...
Pero yo las considero más malas que la gente ebria.
Tal vez Dios tenga algo de esperanza en salvarlas mientras
miran horas y horas por sus ventanas, pero Dios, yo no. Yo tengo un poco mas de esperanza por quienes realmente lo necesitan...
"Un día los primeros (sanos y de buen "parecer" serán postreros y los postreros (marginados y condenados) entraran Primero".
No hay comentarios:
Publicar un comentario