lunes, 15 de junio de 2015

Encontrado Sentimiento • Chispita • ¡Me Despertaste!

Yo debía volver y tú ya estabas muy cansada, ame que te quedaras tanto rato conmigo siendo que solo querías llegar a dormir. Deje que te fueras, no sin antes besarte con locura. Y al marcharte, al oír tus pasos bajar los peldaños de la escalera, liberé un silencioso y ligero susurro, uno que no pude contener pero que logre disminuir en tono para que no te vieras atada y privada de tu soñar.
Luego volví al trabajo, sin poder sacarle ni un segundo de mis pensamientos... De mis sentimientos.


Han pasado dos semanas de aquel evento en el que, sin percatarnos, dimos un giro enorme en nuestras vidas.
Nunca imagine que mi primera impresión para con ella seria indiferencia y que mi impresión ahora fuese tan diferente. Del desinterés se volvió la mujer más importante de mi vida hoy en día.
Siempre he visto a las mujeres como serpientes, así de sencillo. Te muerden, te envenenan y quedas como idiota baboso contando las horas para verle. Pero fue exactamente lo que no ocurrió, pues fui yo quien se acercó cambiando toda mi extremista perspectiva acerca del asunto.

El Viaje.
Mire por la ventana contemplando el paisaje como siempre solía hacerlo en los largos viajes por el trabajo, pero algo me desconcertó. Mire a mi lado y había una chica. Quede pensativo y con un signo de interrogación dibujado en mi rostro.
Me pregunto mi compañera de asiento; ¿Qué te pasa?
No respondí enseguida, por lo cual insistió en su consulta.
- Ya po, ¿Qué pasa?

- Nada. -respondí evitando demostrar que no tenía ni la más remota idea de cuando fue que empecé a viajar con compañía femenina en mis viajes.
Siempre he viajado solo, un asiento para mí y el otro para llevar mi bolso y otras cosas. Pero ese viaje me di cuenta que mi bolso estaba apoyado en el suelo, junto a mis pies y que en el otro asiento iba esta chica, chispita.
Hemos compartido muchísimo, más de lo que creí que llegaría a compartir con alguien.
,--,

Te abrace, me apretaste con tus brazos y yo con los míos. No quería dejar que te fueras, hacerlo iba en contra de todo lo que sentía en esos momentos.
Me encontraba feliz, como hacía muchísimo tiempo que no me sentía, y es más, dudo haberme sentido tan querido desde que era un mocoso de la básica.
Ahí estaba, con esa chispa esperanzadora que hizo latir sorpresiva y fuertemente esta piedra fría dentro de mí. Y mi rostro sonriendo no fingía felicidad, sino que sentía tanta alegría de estar ahí, junto a ella que no sentía duda ni temor de besarle con todo sentimiento, y mientras su cuerpo se apegaba más al mío y nuestros deberes nos repelían para que ella pudieras ir a casa a descansar y yo volver al trabajo, le decía que se fueras... Pero mi corazón gritaba: ¡Quédate! ¡Te juro que estoy a segundos de que este abrazo dure para toda la vida! ¡Quiero pasar mi vida contigo! ¡Amarte como te mereces! ¡Estoy a centímetros de encontrar a mi chica definitiva! Por favor... ¡Quédate! -exclamaba en pensamientos reprimidos mientras intentaba soltarte y dejarte ir.

Una vez leí una pequeña frase; "si algún día te surgen 'dudas' por favor escoge a la otra persona."
Es obvio, si quieres a alguien de verdad no dudaras de tus sentimientos... Pero.. No es de ti, amor mío, de dudo... Sino de mí mismo.
¿Que soy? ¿Que tengo? ¿Qué puedo ofrecerte si nada soy ni nada tengo?

Tu respuesta destruyo esas tonterías pensantes en mi cabeza y tu respuesta llego directamente hasta mi pecho.
Y es que no buscas nada material, buscamos lo mismo, dejar de una vez por todas esa maldita vida donde no valemos nada para quien pensábamos que éramos importantes.
¡Ya basta de esa farsa!
Basta de amar sin ser amado, basta de dormir solos y abrazar la almohada como si nuestro compromiso fuese con el relleno de plumas que acomoda nuestra cabeza al dormir.
No veré la vida pasar, no contigo en esa vida.
Sueño con tu silueta junto a la mía, ya no sueño con fantasías que sé que son solo mentiras en mi cabeza, a ti te veo, te siento y eres tan real que me siento en un sueño a ojos bien abiertos.

Tu forma de ser en determinado momento, me salvó de un oscuro camino, me salvo de ser ese alfil con el que se han mofado de tantas perdidas. Has sido mi salvavidas amor.
Entre recuerdos, silencio, fríos y una voz inexistente una mano entro a mi mundo abriendo una puerta, tomaste mi mano y me sentí tan preciado para otra persona que sentí tal confianza y deseo de acercarme... Que te termine por despertar. Y terminamos en un mismo sueño, en un mismo viaje, en un mismo bus, en un mismo asiento...

No sabía que odiaba tanto el amor, y que la razón era porque no lo sentía, ahora sé que no siento nada hacia el odio. Y que si siento amor, pues este amor tiene nombre y apellido, uno que no volveré a olvidar jamás!



No hay comentarios:

Publicar un comentario