lunes, 15 de junio de 2015

Gente Pequeña x El Ermitaño de Ayer x Una chispa de Afecto. (part.1)



Pienso que ya es imposible volver atrás y tomar otras decisiones... Porque ahora conozco mucha gente, tanto que incluso comienzan a conocerse entre ellos, y eso no es que me moleste. Solo... que mis pensamientos aún estaban anclados en un infructuoso pasado, poniendo niebla en mi andar de vez en cuando.

Es tonto pensar en volver a tener 12, seguir siendo ese chico antisocial totalmente desinteresado en el mundo que le rodeaba, donde los compañeros me ignoraban y yo a ellos y así era común, quizá era algo normal para mí, pero, en el fondo, no... No era feliz.

Hoy he decidido dejar de sentirme vulnerable. Y es que estoy conociendo a muchas personas, quizá no son tantas para hacer de mi alguien sociable y de grandes masas acompañándome, pero para un chico que a los 7 tenía problemas de anti sociedad y que a los 12 odiaba a todos los que se le acercaban, pues.. Bueno, ya es obvio que hoy en día no soy aquel chico y creo que es necesario dejarlo atrás para dejar ir lo que no debería estar.

Quería alejarme de una vez de todas las molestas masas que veía a mí alrededor. Quería dejar de oírles y que dejaran de preguntarme cosas que a la larga olvidarían.
Solo existe una razón por la que hoy pienso y siento diferente, y esta razón solo mide aproximadamente 1.60 si es que no menos.

¿Cómo llegan las personas importantes a nuestra vida? ¿Cómo es que siendo gente meramente desconocida de un momento a otro forma parte esencial de tu diario vivir? No lo sé. Nunca lo he comprendido. Sin embargo hoy puedo sentir algo diferente, aprecio, afecto, incluso siento que puedo ofrecer resguardo o incluso bondad siendo que antes no la tenía, y si la tenía, no quería sacarla a la superficie.

Lo primero que debo hacer es... Disculparme. Quizá con muchas personas... Pero esencialmente solo con una tengo la necesidad y deseo de hacerlo, el resto me da igual, sean amigos o amigas, sean conocidos o no. Pues aunque hace tan poco no era más que gente desconocida para mí, hoy sin embargo, como si fuese de la noche a la mañana... Se ha vuelto importante.

Existe esa barrera entre ser simples conocidos a ser amigos. No me molesta tener amigos, pero soy muy cuidadoso al considerarlos como tal, pues... bueno, los motivos no vienen al caso.
Aunque también suelo no dejarme conocer mucho al punto de que me estimen porque tiendo a ser un terrible amigo, a veces mi vida y mi mundo personal me hace ser solitario, distante en muchos casos y en recurrentes ocasiones... Soy un idiota.

No quiero que nadie, absolutamente nadie entre en mi vida y me salude como si fuese importante para esa persona. Por ello soy quien soy con los recién conocidos. Un completo maldito... pero hay algo... Tal parece que esa regla la han destruido por completo... Y lo más curioso... Que siendo una regla forjada en una barrera sólida como mi desinterés por los demás, quienes han derribado esta regla... Han sido gente pequeña.

Tal parece que al mundo le encanta contradecirme, será porque hasta yo me termino riendo de mí mismo después de que con voz interior definitiva digo; "No quiero a nadie más en mi vida" y me empeño día a día por pasar desapercibido por el resto para que no se me acerquen. Y tal cosa al parecer jamás me ha funcionado, ahora resulta que queriendo ser el tipo frío y desinteresado que siempre fui, estoy tomando afecto a personas bajitas... Es decir... ¡¿De dónde rayos salieron?!

Solo reaccione y me vi en un inventario hablando normalmente con chispita que desde el día uno, por decirlo así, tuve una gran afinidad. Otra chica pequeña en vez de saludarme como la gente común me chucheteo sin siquiera conocernos. Mi primera impresión fue; Te odio. Pero ahí estaba, en el día dos ayudándole a contar productos en el trabajo, conociéndola y evitando acriminarme contra ella porque la verdad es que al parecer disfruta mucho sacándome de quicio... Es como una maldita Toty en miniatura.
Si, así de terrible. . . Y aun así, me agrada. Es fastidiosa, tediosa, quejúmbrienta, depravada, engreída, grosera, poco femenina y aun mas, me golpea de vez en cuando, no duele, es debilucha, pero es irritante no poder devolverle los golpes como lo imagino sádicamente en mis pensamientos. No sabía su nombre hasta que ella me dijo que prefería su segundo nombre. Pienso decirle así porque no sé si fue premeditado de buena acción o simplemente se sinceró cuando me dijo; "me gusta contar contigo". Apartando un instante su alterado modo de discutir por todo.

En ese mismo inventario he vuelto a ver a Patty. Volvió al trabajo, aunque no se por cuanto tiempo. Por una parte estaba feliz de volverla a ver pero por otra parte me puse muy nervioso porque no sabía cómo reaccionar, no sabía si saludarla o no, hablarle o no, como dije... soy un idiota.
Le salude improvisadamente y pude ver que esta mas flaca, mas risueña y más guapa. Eso me puso contento por ella. No hemos hablado casi nada y es que... Aun uso "grilletes" conmigo mismo. Prefiero mantenerme a distancia y no hacer daño a las personas.

Bueno, ese mismo pensamiento cruzo automáticamente por mi cabeza luego de que Chispita se molestara conmigo.
La razón fue que olvide su nombre. Lo admito, no tenía por qué afectarme pero me sentí mal, empatisando como se debería de haber sentido ella me sentí peor.
Pero mirándolo desde el punto de vista frío, mantuve silencio y decidí pasarlo por alto, olvidarme de eso y que ella se enojara hasta no hablarme.

Al principio me mantuve lejos, pensé que quizá así podría alejarme y ella se alejaría también. Es que hace muy poco nos conocemos y soy de esos sujetos que no confían en nadie, sea quien sea la persona. Y bueno, hay algo en ella que me hace hablar, no es que no tenga el dominio propio de mis palabras pero... Hay algo que me hace confiar en ella.

No me di ni cuenta cuando estábamos hablando de nuevo en el rato de colación. Me invito a sentarme junto a ella y accedí olvidando por completo que tenía planeado alejarme... Jajajajaja que estupidez más grande la mia.

Chispita estaba en todo su derecho de enojarse pues descubrí que realmente me tiene importancia, tal vez no como amigo, pero si como un conocido, colega o compañero, y que alguien importante para ti olvide tu nombre, pues... Es motivo suficiente como para ser indiferente toda la jornada, pero ella no. Me dejo en claro que estaba sentida, pero aun así nos sentamos juntos y seguimos compartiendo porque ella me invito.
Guarde silencio unos instantes, y es que por mi mente pasaban pensamientos muy fugaces. Pude entender que era una persona diferente. Especial.
Capaz de dejar de lado sus molestias para poner a una persona sobre ese lugar. Eso no lo he visto en casi nadie hoy en día. Solo quienes ya he considerado como amigos hace varios años atrás. Hoy en día no queda nadie así, a excepción de ella. Chispita.

En agradecimiento hice algo que no me gusta hacer, pero seguí su ejemplo dejando a un lado todo ideal y poner a la persona en ese lugar... Le compartí mi música. Esa tan privada que he coleccionado a través de los últimos años. Y es por ello que debo Disculparme... No tengo mucho ni nada bueno que ofrecer salvo el sonido y tonalidades en los audífonos, un par de dibujos y palabras. Disculpas... Pero, es todo lo que tengo, es todo lo que soy.
No me lamento de haber olvidado tu nombre por arrogante que suene eso, pero es que si no lo hubiese olvidado, quizá no sabría tus virtudes, no sabría que eres importante y que también puedo llegar a ser importante para ti.

Mi vida está repleta de personas que vienen y van, más mujeres que hombres en el trabajo y más hombres que mujeres en mi vida diaria... Y a todos les tengo un trato similar automático, pues siento empatía pero no afecto, amor por sus almas pero no sus comportamientos y acciones... Con chispita, es diferente. Tanto que me causa miedo jajajaja...
Es que en tan poco tiempo... Me hace sentir existente para ella, me hace sentir calidez, que soy apreciado verdaderamente aunque por lo idiota que puedo llegar a ser.
Hay algo en ella... Algo que me hace recordar a Andrea. Asumo que es su cabello, es muy parecido, muy, muy parecido en realidad, salvo que el de Chispita es corto. Tal vez ese aro en su oreja, cuadricular y brillante... No lo sé. Algo en ella y más que su bella esencia me hace estimarla cada vez más.

No pensé que esta chica seria relevante al grado de ya extrañarla, su compañía es agradable. Sabe más de mi vida íntima y sentimental que cualquiera de mis amigos y es que, creo que me está molestando menos conocerla a ella pero me causa molestia conocer a otras personas. Se me dificulta menos hablar de mí... Es como si me estuviera conociendo a mí mismo al momento de confesarle y contarle de mi vida, cosa que antes hacía, nunca me importo.

Sí, tengo una barrera... No formar lazos con nadie, nunca más. Pero...esa regla ahora es indiferente hasta para mí.
Quiero seguir conociendo y que me conozca, pero... Al ser un idiota siento miedo de empezar a estimar y comentar un error mucho peor que olvidar un nombre. No quisiera tener que pasar por ello de nuevo... Ya han sido suficientes pérdidas.

Esas mismas perdidas me han hecho ver que como ser humano soy un idiota... Que como amigo, soy un fracaso... Y que como persona... Soy un incompetente.

Mi propia barrera soy yo... Y el motivo que me mueve a abrir mi mundo esta vez con los demás... Es Gente Pequeña. Bueno, esencialmente solo una, pues a ella me he abierto.

El único dilema soy yo, pero, si no se riega una planta jamás florecerá. Las amistades nunca están de mas, de hecho, solo tengo una amiga, aunque varios amigos, y la única amiga tiene la misma actitud fría que yo tenía en la primaria. Hablar de sentimientos y esas cosas no son nuestro fuerte con Sakty, sino que más bien compartimos el momento presente sin alterar el pasado de cada uno.

Creo que con el tiempo... Quizá algún día las personas que ayer no me importaban, logren cambiar ese algo en mí que me hace alejarme del resto. Tal vez un día pueda abrazar a una amiga sin el miedo de perderla.
Quizá... Pueda encontrar la manera de no perder a las personas que aprecio, nunca más.

Creo que, ha llegado como un salvavidas. Claro, uno pequeño pero que me ha rescatado de no volver atrás, pues estaba completamente convencido de empezar a ser indiferente y desinteresado con todos en el trabajo. La verdad y en el fondo no quería hacerlo, pero me sentía acorralado pues estaba harto de fingir que todo estaba bien siendo que mi alrededor solo me era indiferente.

Estoy agradecido de poder respirar y sentir calidez en vez de un frio vacío en el trabajo. No esperaba que me tendieran una mano justo antes de cerrar los ojos y dejar que la oscuridad me envolviera de nuevo. Es como... Sentirse querido. Ese cariño imposible de encontrar que te aleja de toda soledad, de toda mal vivencia y deseo de ser ermitaño.
Es como un abrazo en pleno invierno...
Una sonrisa entre un amargo odio...
Una pequeña luz, que al final del frio abismo... Te muestra la salida... Con un tibio rayo de luz.



¿A esto se le llama amistad, verdad?

No hay comentarios:

Publicar un comentario