domingo, 6 de noviembre de 2016

Junta Disidente · Sueño Pesado · Prioridades del Alma.

"Wait time for no one"

Viernes.

Había recibido una llamada el día anterior. Apenas despertaba y al intentar abrir mi boca descubrí que tenía tan poca saliva que mi lengua parecía mas desierto que nada, eso me hizo sentir el peso de dormir en un día tan caluroso y con un montón de frazadas encima. Al ver el número, este no lo tenía registrado, pero por alguna razón presentía que era necesario contestar, pues no suelo contestar a quienes no tengo en el registro.
Al hacerlo, me saludo una voz conocida, grata, pero no podía definirla por su nombre, pues en ese momento mi somnolencia estaba en su climax. Pero su nombre salió por si sola y la conversación se dio en referencia a una junta, esa noche en un bar. Lo cierto es que hace ya muchísimo que quería eso y me gusto mucho la idea de ser invitado de improvisto a ser el que invita para poder salir.

Le diré Pucca, aunque su nombre es Jocelyn. Una chica que recuerdo haber visto primero en el colegio. Sin embargo no podría decir mucho al respecto sobre ella pues, no le conozco tanto.
Quedamos esa misma noche en juntarnos, ella, yo y un par mas de colegas.

Terminada la llamada, volví al sueño, pero algo me perturbaba y desperté, me vestí y luego me dirigí a la cocina. Al regresar a mi cuarto comenzó aquello que me hizo retractarme de esa salida. Me recosté sobre la cama y pregunte a pucca la hora y el lugar, pues no recordaba.
Confirmado eso, intente volver al sueño... En sueños, una extraña sombra traspasaba una ventana, parecía caminar de paso a unos metros de mi y luego, se detuvo. En tanto se detenía y volteaba hacía mi lentamente, una sensación de ahogo gran presión cayo sobre mí. Luche, reprendí, pero despertaba aun sintiendo ese peso sobre mi, y de tanto luchar volvía al sueño, cansado. Lo mismo ocurrió dos veces mas, pero sin la visión, sino mas bien me despertaba con falta de aire, sin movimiento en mi cuerpo y reprendiendo con gran clamor, pero volví a caer en el sueño debido a la fatiga.

Apenas sentí sonar el celular y desperte de golpe. Pucca llamaba. La sensación que había quedado en mi cuerpo era abrupta. La verdad terrible.
Quede realmente desecho, las luchas espirituales cuando no están bien acorazadas por parte del creyente, suelen ser así, nos abaten y devastan sin mas, cuando mas vulnerables estemos; esto es, escasos de oración y de comunión con Dios, mas dura es la paliza. Jamas había tenido que luchar tres veces y en un clamor tan asfixiante, tan pesado.

No pude ir a la junta y me acorace como mas pude antes de volver al sueño. Pude dormir toda esa noche, pero también despertaba a ratos, prolongando así el mal estar en mi cuerpo, en mi mente.
Creo que la lección es no bajar la guardia solo por estar pasando momentos tan difíciles.
Días difíciles porque a pesar de que es normal para todos vivir con un par de desánimos acechando el día, pocas veces he estado como ahora me siento... Vulnerable.

Desperté al día siguiente algo débil, pero mas descansado que otra cosa. Me levante y procure ir al menos a la casa de Hernán y Paola.

Pero eso, eso es otro escrito...

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