Mirabas ese dibujo como lo mas asombroso del mundo y yo,
pues…
Simplemente reprimía todo mis pensamientos. Me mostraba
parcial y solo te exigía mi dinero correspondiente. No me gustaba hacer notar
en mi rostro el contentamiento que producía la satisfacción de un trabajo bien
hecho y que, lo aprobaran con tanto esmero y gratitud. Supongo que esas cosas
nunca salen de mi de forma natural, sino que…
. . . . .
"Wait time for no one"
- Solo dame mi maldito dinero, los lápices no se compran con
palabras. –Rezongaba extendiendo exigentemente mi mano.
- ¿Y cuanto será? –Ladeo la cabeza como incentivando mas la
apuesta. Es un trabajo que no vale solo seis mil según yo.
- Hmm…- Pensé brevemente en que podía sacar mejor provecho
si lo decía con tanta empatía. Ocho. –Contesté.
- ¿Ocho? Yo te iba a pagar hasta doce. Jajajajaja.
- ¡No me jodas! Se supone que Daría un precio “relativo” no
definitivo hasta que cancelaras. Exijo esos doce mil ya que aún no me lo pagas.
- Es culpa tuya, por ser tan seco en esto pero cobrar como
si fuera un trabajo cualquiera. Solo te daré ocho por menso hasta que aprendas
a dar el valor correspondiente a tu esfuerzo.
- Kst!!
- ¿Ves? Así es como los demás te ven, solo haces las cosas
por…. No tengo idea, pero no te valoras en lo absoluto.
- No me sermonees. Ni siquiera pasa por mi mente perdonarme
o quererme, y eso implica también pasar por el suelo lo que hago o represento.
Son solo cosas. Las cosas pasan, mueren y vuelven al polvo.
- No seas existencial. Hasta me haces creer que ser tu mismo debe ser una carga. Pero tienes buenas
cualidades para sentirte bien contigo mismo, quizá hoy no lo veas, pero logras
buenos resultados cuando te lo propones, hasta asombras. – Dijo levantando el
retrato y mostrándomelo.
Mire el retrato, y a pesar de que no dije una sola palabra,
la verdad es que si sentía un poco de satisfacción. Pero mas me hizo feliz
haber sido motivo de alegría para ese “arreglo” tuyo con tu madre. Tampoco te mencione que la forma en que apreciabas mis mas
desdichados trabajos me retaban a no dejar de crearlos. Y eran tus palabras lo
que me hacía volver al escritorio y “hacer algo”.
Nunca odie a la persona del retrato, incluso si tenía ciertos rencores, sanaron cuando empecé a dibujarla. Línea tras línea, detalle tras detalle.
No siempre fui tan dedicado, pero… ciertas personas generaban
en mi una alteración beneficiosa hasta para mi mismo. Me hacía singularmente feliz que supieran como generarme
interés hacia mis propios desintereses.
Aquel día no llovía como ahora, por lo cual no es algo que
este recordando solo como un “deja vu”. Nada de eso… pero si escribo esto es
porque he aprendido que el tiempo se da así mismo las respuestas a lo que
buscamos y a quienes lo usan, el poder de percibir “prioridades” en el caminar
y transitar de la vida. Y hoy he decidido salir.
Me digo estas palabras y levanto mi plano trasero de la
cama; apartando de mi las sábanas frías y los sentimientos medianos;
- No esperare nada de nadie y generare algo asombroso que solo
verán quienes lo representan.
Siempre motivaste mis sueños y me inspirabas a crear mas y
mas….
Es por ello que desperté hoy con la incertidumbre de
encontrar algo que… no dejare buscar ni llegare a casa hasta que lo haya
encontrado. Después de todo…
La gente busca lo suyo.
No me interesa en lo mas mínimo salir aún si llueve.
Lo único que me inquieta es que mis pensamientos suelen ser
muy melancólicos en temporada de lluvia y termino en lugares del recuerdo.
Donde antes sentía humanidad. Donde siento a ratos que hecho
de menos esas motivaciones tan llenas de sermones y de charla profunda.
Pero, sino busco
donde empecé… ¿Dónde? Tengo un
escritorio tirado y sentimientos que me gritan desde adentro… Plásmalo con todo
Sentir! Pero tomo un lápiz y el tiempo deja de ser. Por ello es que también
siento volver al mundo a veces...
Perderme lo que
mas pueda. Pero existe una
sola razón por la que no.
La tuya.
No puedo
simplemente dejar el dibujo para siempre. No puedo volver al mundo a beber
tragos e intoxicar mas mis pulmones para olvidar que hice una promesa.
Tu razón
sobrepaso las mías. Tu alegría y asombro era mas fuerte que mi desinterés. Pues
notabas en el dibujo cosas que ni yo.
Y la risa
con la que te asombrabas de mis trabajos…
- No dejes de dibujar. Algo bueno encontrarás en tus
trabajos. Pero aunque no te gusten y lo valores tan poco, no dejes de hacerlo.
Te obligo por mi padre a que no lo hagas, y por esa profesora; ¡ella te inspiro
primero!
- ¿Qué mierda estas hablando? No toques ese tem--
- ¡Tengo todo el derecho! ¡Mi papá te regalo sus lápices! Se
lo debes a él y mínimo a ti mismo, y se que decirte “a ti mismo” para ti no
representa nada asique hazlo por ella o al menos por la causa y efecto de mi.
Guarde silencio, no podía luchar contra algo así…
Sencillamente… no podía. Tenías todo el derecho del mundo…
Nunca lo dije, pero nadie me apoyo tanto a dibujar como tu…
Nadie mas hizo algo por mi para que el dibujar no muriera
repentinamente.
Las personas que solo veían los buenos dibujos y decían;
“Hey, dibujas bien”
nunca supieron que no eran mis manos solamente rayando una
hoja.
Los buenos dibujos siempre lo inspiraron terceros.
Mis dibujos mas personales son falto de carácter y sin
cuidados. Esos no conocen la luz, pues decidí guardarlos para nunca volver a
mostrarlos.
Creo que representan justamente aquello que me decías…
- Si es así como te sientes contigo mismo, si no te amas,
tus dibujos serán como esos. –Exclamabas como a punto de dar el sermón de tu
vida.
Los mire entonces y entendí.
Los arrugué en mi puño y los puse en mi bolsillo.
- Te conozco bastante, lóbrego de corazón bueno, que en el
fondo quieres honrar a mi papá y a aquella profesora con tus dibujos. Pienso
que lo que anhelas alcanzar es aún mas, siempre te sobre exiges
sobrehumanamente al extremo, no con fuerza física, pero reprimes muchos
pensamiento y es fácil notarlo en tu cara. Se que no estas tranquilo con tus
resultados, yo digo que son muy buenos, pero se que estas desconforme pues no
quieres dibujar solo por hacerlo, quieres honrar un pacto con ello y lo
entiendo… Como te lo dije aquella vez antes de que te fueras al servicio… Deja
de Tratar y Trota. Nunca frenes ni dejes de dibujar. –Decías con tanta
serenidad.
No dijiste una palabra luego de eso. Ya no fumábamos así no
se encendió ni un solo cigarrillo ese día. Pero guarde esos dibujos como
lección de vida.
No soy bueno dibujando con mi propia inspiración, pues
reflejo mucha zozobra sobre la hoja cuando lo hago… Soy de los que necesita
cierta motivación externa para lograr algo bueno, algo que no sea como mi
interior.
Pero si generé logros con los que me sentí ligeramente
satisfecho…
y mi mejor ganancia fueron los años de inspiración y sueños
ilimitados.
Hubo un interés, no mío, que hizo mil cosas para que yo no
cediera. Aunque creo que, estarías decepcionada estimada amiga…
Es como cuando las personas les gusta ser notadas por su
esfuerzo, pero no dan el mínimo interés por lo que haga uno, aunque sea poco.
Que por cierto para mi ya es mucho, pues deje el dibujar al fin y al cabo y lo
poco que hago… no genera nada.
Siento que una parte de mi deseaba encontrar la inspiración
necesaria para algo nuevo, pero quede varado, hasta hoy en la mañana… que
pensándolo bien, decidí no esperar. Decidí salir a buscar y oír un poco de la
vida antigua.
Es curioso cuando eres apartado, porque entonces recurres a
los lugares donde solías sentir tu adolescencia, la que deseabas hubiera sido
sempiterna.
La que hoy vuelvo a buscar al salir entre gotas y un trotar
mucho mas esforzado.
Espero hallar lo que necesito, porque pensé que lo que necesitaba estaba conmigo...
Pero nunca fue así, siempre estuvo afuera... justo traspasando la lluvia... justo en el camino que da a la brecha mas allá de lo que hoy es.... mi falta inspiración.
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