Moraleja x Pensativo x Padre de Consejo!

Todo padre platica con sus hijos de cosas comunes, el mio tambien aunque es algo... Pues... Diferente al momento de referirse a "conversaciones comúnes"...

No entendí cuando papá me dijo;

-Si echas un "gallito" (pelea de brazo) contra Dios... ¿Quién ganaría?

Yo respondí; - obviamente Dios.

Y papá dijo; - No, el ser humano ganaría, por ende, serías tú.

Yo; - ¿Me estas jodiendo, verdad?

Papá: - Fisicamente no puedes hacer eso, pero sé que alguna vez discutiste con El. Piénsa jejeje...

Yo - Tsk!!

Pensé durante mucho tiempo como es que un simple ser humano podria ser capaz de ganarle un "gallito" a Dios... Pedí algunas referencias a diferentes personas y recibí risas de respuestas, algunos desinteres, otros curiosidad y otros simplemente silencio.

Llegado un momento olvide todo eso, segui mis dias sin recordar si quiera resolver la incognita a esa pregunta... Eso hasta que un dia algo malo ocurrio... Queria elegir un camino... Una senda diferente solo por capricho... Y fue entonces cuando discutí con Dios...

Al otro dia no mencione nada al respecto ni platique con nadie. Simplemente fuí. Cuando ya todo era un caos y yo solo queria salir de ese lugar, ahi fue cuando la respuesta vino a mi cabeza... Lo había comprendido.

Caminando a casa pensé en la pregunta de papá, y según la experiencia que habia tenido y mas la discusión con Dios del dia anterior... Uní las piezas y logre entender esa moraleja.

Cuando uno discute contra Dios y quiere hacer algo llevandole la contra, asi es, el ser humano siempre ganara esa discusion, Dios lo dejara hacer lo que quiere, sin embargo... He ahí la razón. Por consecuencia, lo que nosotros queremos no es mas que decisiones humanas, errantes y no vemos mas alla de lo que nuestros ojos nos permiten ver... Y terminamos perdiendo el juego. Asi es como Dios nos hace ver que ganarle un gallito no es sabio, que la fuerza de nuestras decisiones no tienen mucha racionalidad sino es Dios quien da el paso a esas situaciones.

Por eso es que en vez de echar un gallito contra su mano, prefiero dejar esas decisiones... En sus manos.

Bueno, supongo que esa es la moraleja...