sábado, 12 de octubre de 2013

Entre ancianos...

A tu mate le falta azúcar...

Suele ocurrir que los viejos sean sabios aunque sus acciones a esa edad no sean tan similares a sus experiencias...

No se como termine charlando entre ancianos, tome el bus de vuelta a Temuco, un par de equipos me fastidio la subida del bus, pero todo bien. Solo queria tomar mi asiento y dormir todo el vieja. Ocurrio que a solo unos kilometros a la salida del terminal de Puerto montt, un poco antes de Osorno subieron un par de ancianos, literalmente, ancianos, poco mas de 6 minutos les tomo subir las escaleras al segundo piso del bus... mi primera pregunta fue...¿ porque mierda lo hacen? Nose, pudieron haber tomado asiento abajo, hubiese sido mas sencillo para ellos, no tenia muchas ganas de levantarme a ayudarlos, claro que hubiese sido un buen gesto pero arrogantemente me acomode en mi asiento y seguí durmiendo...
Vaya suerte la mia, 5 minutos despues desperte con una anciana al lado mio hablando del clima de Arica, ¿pueden creerlo? yo estaba durmiendo y esa señora llevaba ahí platicandome nose cuanto rato.

Esto tiene que ser una broma... ¿porque siempre este tipo de cosas me tienen que ocurrir a mi?

La señora seguia hablando, no me miraba, lo que me entraba en duda de si me hablaba a mi o no. En eso, un poco fastidiado, me puse a mirar el paisaje, estabamos saliendo de Osorno y ese paisaje campestre e siempre tan hermoso, sueño cn un dia bajarme del bus ent medio de la carretera y caminar en direccion al oeste... ese paisaje es simplemete magnifico.

Sino le gusta le echa azucar - dijo la anciana.

la quede mirando y me estaba ofreciendo mate, al lado derecho de su asiento tenia un termo con agua caliente, la mire con cara de lagartija como tratando de buscar alguna explicacion a esa situacion, mi hermana y carolina que estaban en los asientos de atras se reian, no las miraba pero sentia sus risitas molestas.

No gracias. - le conteste a la anciana y segui mirando el paisaje.

El viaje es largo y hace calor, me lo vas a pedir mas tarde - me replico la anciana mientras sacaba la bombilla con la que se puso a tomar mate. El jodido ruido de la supcion del mate  a la bombilla me irritaba. La verdad, esa mañana, todo me irritaba, estaba insoportable por una sola razon, y tenia nombre y apellido.

Me puse los audifonos y me sumerji en la musica, mire de reojo a ver que de raro hacia la anciana, la mire y movia la boca, me saque los aufinos y me estaba contando hacerca de su granja o algo asi, solo alcance a escuchar la ultima parte antes de que me preguntara;

¿y ute de donde viene?

Pues... de muchos lados...

ah! un viajero! - explamo la anciana.

le mire y le sonrei diciendole; - si, viajero, jeje me gusta ese termino.

y la charla nacio sola... 10 minutos despues estaba ahi charlando con una anciana, la musica la pause, el celular lo bloquee, abri la ventana por viento mas fresco y en mi mano, jajaja... en mi mano pues habia un jarrito de mate y a mi lado una anciana que me contaba su infancia en el campo. Nada podia ser mejor.

Charlamos sobre todo, su nombre, Fecilda. Cuando pregunto el mio dude si decirle mi nombre o solo el nombre que sale en el carnet. Asique hice ambas cosas, le mostre mi carnet y le respondi; Yhaeld.

Se puso a reir y en su inmensa experiencia me dijo; viajero.
Esa anciana me miraba como si conociera todo de mi, lo mas extraño fue cuando comenzó con sus preguntas pero me enseño bastante.

Su vida era aislada de todo pavimento, el alimento lo sacaba de la tierra y por Dios, para ell el sol salia a las 5 de la mañana cuando cantaba su gallo Juancito. Escuche atentamente toda su infancia, era como la infancia que tuve yo en esos dias en la cordillera cuando tenia como 4 o 5 años. Arrear el ganado para llevarlo a nuevos y verdes pastizales, seleccionar a la vaca no mas grande y gorda, sino la mas sana, la que muchas veces tiene mas confianza de acercarse a la gente sin hacerle el quite. darles de comer a las gallinas y hacer los quehaceres del campo sin olvidar el caballo. Limpiarlo, preocuparse de la montura y claro, sus patas no se limpian solas, es como cortarse las uñas pero con algo mas grande y luego herrar.

en eso comenzo a hablar un anciano que estaba al lado del nuestros asientos, la anciana y yo estabamos en el 24-26 y dos ancianos estaban en el 27-28, para variar mi hermana y la Carito estaban en el 29-30. La charla con los ancianos duro hasta el Terminal de aqui, Temuco.

Aqui me bajo - le dije a la anciana.

Me miro y se levanto de su asiento dejándome pasar, antes de que me fuera me despedi de ella de la mano; bien viaje Campesina. (para los de la ciudad podra llegar a ser un insulto, pero decir campesino a un campesino es algo solo entre campesinos).

Ella me dio la mano y dijo algo que jamas olvidare; Hasta otro viaje, viajero Yhaeld.

No me contuve, le abrace y le di las gracias por todas sus historias, aun soy un niño que escucha a los mayores como buscando oir la historia de la cual quiere hacer su vida, la gente me lo ha dicho, mi padre y mi madre me lo dicen, los ojos me brillan cuando comienzo a escuchar historias de la gente, sobretodo gente mayor.

Me despedi de los dos ancianos de los cuales supe muy poco, pero se que eran igual de interesantes y espero encontrarles en algun otro sendero, para haber tenido un pesimo final de semana irritante y cascarrabia, el fin de semana empezo muy bien, pues una anciana me conto una historia y este texo es la mia...

Viajando entre ancianos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario